Autor | M. Martínez EuklidiadasParís ha sido desde hace años una ciudad ejemplar en políticas de movilidad. Las acciones en favor de la peatonalización y el transporte público han hecho que entre 1999 y 2016 el uso del vehículo privado cayese del 44% al 35%. Y eso sin contar la mundialmente aclamada peatonalización del Sena en 2016. Actualmente, la alcaldesa Anne Hidalgo tiene en mente un “París a 15 minutos”.La nueva propuesta de la alcaldesa, que lleva en el gobierno desde 2014, pretende convertir París en una ciudad en la que nadie tarde más de 15 minutos en ir al trabajo o en llevar a los niños al colegio. Bajo el nombre de La Ville Du Quart d’Heure (la ciudad del cuarto de hora), el objetivo es descarbonizar la economía y convertir París en una ciudad aún más saludable.
Ciudades del futuro: París planea convertirse en una ciudad de 15 minutos
La movilidad urbana es clave a la hora de facilitar el intercambio de ideas y la innovación. Pero durante el siglo pasado se pasó de un urbanismo peatonal y ciclista a una ciudad pensada para el coche. ¿Cabe la posibilidad de regresar a un modelo sostenible y saludable? Hidalgo confía en que sí, priorizando carriles bici y transporte público.https://twitter.com/Anne_Hidalgo/status/1219580627172888577A pesar de que en la actualidad la tecnología permite el teletrabajo y la flexibilidad laboral facilita la movilidad de las personas entre ciudades y países, lo cierto es que buena parte de los desplazamientos al trabajo siguen rondando la hora de viaje y son altamente dependientes de la economía del carbono.París no es la única ciudad del mundo que se colapsa cada mañana, cuando muchos padres llevan en coche a sus hijos al colegio. Los que no son padres también atascan las vías, pero este colectivo en particular resulta interesante porque es fruto de un crecimiento urbano deficiente.Las urbes han respaldado durante décadas que los padres puedan hacer uso del vehículo privado para llevar a sus hijos hasta la puerta del centro escolar, lo que aumenta el tráfico de agitación (coches buscando aparcamiento), el ruido urbano, la contaminación y el consumo de combustibles fósiles. Pero, además, fomenta la segregación por nivel económico y fomenta la obesidad.La ciudad del cuarto de hora: una ciudad para la gente
Llevar una vida activa es imprescindible para mejorar nuestra salud, y eso incluye andar, moverse. De ahí que la política de Anne Hidalgo sea construir una ciudad orientada a las personas, no a los coches. Lo cierto es que la movilidad en turismo supone un peligro para la salud, como demostró el sorteo realizado en Pekín para determinar quién podría usar el coche.
Convertir las calles en espacios de movilidad descarbonizada
Hasta ahora, las políticas de Hidalgo se han demostrado altamente eficientes y eficaces. Tan solo durante el año 2019 París logró reducir un 8% el tráfico de coches. Se espera que esta nueva medida estrella del consistorio la reduzca aún más.A los parisinos se les va la salud en ello, ya que la contaminación urbana está relacionada con multitud de enfermedades, y no solo las clásicas de pulmón que a menudo se mencionan. Desde 2018 sabemos que una elevada exposición a la contaminación urbana durante el embarazo reduce la capacidad cognitiva de los niños en edad escolar, así como otras enfermedades y deficiencias.Los estudios en salud demuestran que en ciudades como Madrid, que hemos usado como ejemplo antes, el 39% de los ingresos hospitalarios por problemas cardiovasculares y el 13% de los respiratorios están directamente relacionados a la intensidad del tráfico. Ciudades como San Sebastián, Nueva York, Boston o Nueva Orleans ya han iniciado una peatonalización masiva.Al mismo tiempo, la contaminación es el motivo por el que la justicia inglesa ha paralizado el aeropuerto de Heathrow, declarada ilegal por no cumplir el Acuerdo de París de 2015 (COP21). Parece que las ciudades se están empezando a desplazar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.Los beneficios de esta nueva ordenación urbana

¿Es viable transformar París en una ciudad sostenible?
Pese a que hay cierta oposición al cambio, lo cierto es que los parisinos están concienciados. La muestra es que Anne Hidalgo lleva apostando por la misma estrategia desde hace seis años, y hasta ahora todas las propuestas, incluso las que desplazaban a los vehículos fuera de determinadas áreas, han sido bien acogidas.