Autor | M. Martínez Euklidiadas
El 50 % de la población mundial vive en ciudades costeras, por lo que la energía mareomotriz parece apropiada como fuente de energía renovable próxima a las viviendas. En qué consiste la energía mareomotriz y cuáles son sus ventajas.
¿Qué es la energía de las mareas y cómo funciona?
La energía mareomotriz es aquella que se obtiene de las mareas, es decir, el avance y retroceso del mar con la pleamar y bajamar. No debe confundirse con la energía undimotriz, que aprovecha la energía de las olas.
Mientras que la energía mareomotriz aprovecha la diferencia de potencial por la diferencia de alturas entre mareas, la undimotriz aprovecha el avance de las olas para capturar ligeras variaciones de energía.
¿Cómo se aprovecha la energía de las mareas?
Hay varias formas de aprovechar la energía de las mareas. La más simple es usar generadores de corriente de marea (TSG) que funcionan como turbinas eólicas subacuáticas a medida que la marea sube o baja.
También es posible la construcción de grandes presas de marea que se cargan de agua a medida que sube la corriente y se cierran cuando esta está más alta. Al abrir una compuerta, pueden turbinar el agua como en una presa convencional.
Por último, la energía mareomotriz dinámica (DTP) consiste en la construcción de muros perpendiculares a la línea de costa para generar diferencias de potencial entre ambos lados. Unas turbinas axiales en su base captan la energía.
¿Es eficiente la energía de las mareas?
Hasta la fecha, la energía mareomotriz sigue en fase experimental, y muy alejada de otras renovables como la eólica o la solar fotovoltaica. Estas últimas alcanzaron la paridad y ya son más baratas que los combustibles fósiles.
Dado que el agua es unas 800 a 1.000 veces más densa que el aire, no es necesario turbinas axiales que funcionen a alta velocidad para obtener grandes cantidades de energía. Además, es un flujo de energía muy predecible.
Aunque su eficiencia en estado óptimo es elevada, el coste económico de generar cada megavatio sigue siendo demasiado alto. Pesan la erosión de las turbinas por el fenómeno de cavitación, o el enorme costo de hormigonar bajo el agua distancias muy elevadas.
¿Se utiliza la energía mareomotriz en las ciudades?
Hasta la fecha, pocos países usan energía mareomotriz en las ciudades. Destaca la central de Sihwa Lake (Corea del Sur) con 254 MW, que necesita de un malecón de 12,5 km; y Río Rance (Francia), con 240 MW.
Esta última planta es capaz de alimentar 130.000 viviendas, aunque su coste de explotación sigue siendo excesivo en comparación con otros sistemas. Además, el impacto ambiental de la energía mareomotriz es notable.
Debido a la cercanía del grueso de la población mundial a las grandes masas de agua, con foco en océanos y mares, este tipo de energía se presenta como una aliada a la hora de descarbonizar. Sin embargo, no está exenta de riesgos.
El impacto de la mareomotriz en el medio ambiente
La alteración ineludible del lecho marino y el litoral supone una grave afectación de los ecosistemas marinos. A diferencia de otras tecnologías como la solar fotovoltaica, que puede instalarse sobre infraestructura previa, o la eólica, cuyos aerogeneradores ‘solo’ afectan a las aves, la mareomotriz altera por completo la dinámica de los litorales, ya demasiado vulnerables.
Existen algunas propuestas que alivian el impacto, como los generadores de corriente de marea mediante turbinas atadas a cables, que evitan en parte la cimentación de las turbinas o la construcción de diques que interrumpan la vida bajo el agua. Sin embargo, el impacto solo se minimiza, no desaparece. Otras alternativas acuáticas como la energía undimotriz (olamotriz), son más neutras.