Autor | Patricia M. LicerasSi pudiéramos equiparar el transporte marítimo a la actividad económica de un país concreto, esta actividad se convertiría en el octavo mayor emisor de CO2 de la Unión Europea, después de los Países Bajos. Así lo asegura un reciente estudio de la federación europea de oenegés Transport and Environment (T&E), que revela que las emisiones de esta industria en Países Bajos, Bélgica, Noruega, Letonia y Estonia en 2018 fueron similares o superiores a las de toda la flota de coches de estos países. Unas emisiones que tienen su origen en la quema de combustibles fósiles para la propulsión de los motores de los buques, la generación de vapor o la producción de electricidad para equipos auxiliares.Ante la importante contribución del transporte marítimo a las emisiones responsables del calentamiento y en plena emergencia climática, hay iniciativas de los profesionales del sector fluvial que ofrecen soluciones innovadoras -y perspectivas alentadoras- para la conservación de nuestro planeta. Son pequeños experimentos a escala reducida que pueden avanzar soluciones más avanzadas y generales para el futuro.Un claro ejemplo de ello es Black Swan, el primer barco eléctrico destinado a cruceros privados y profesionales por el río Sena de París, equipado con baterías de “segunda vida” procedentes de los coches eléctricos de Renault.
Un barco ‘cero emisiones’
Seine Alliance (empresa en la que participa el Grupo Renault y Green-Vision) ha sido la encargada de desarrollar esta embarcación eléctrica, cero emisiones, diseñada para cruceros familiares de aproximadamente dos horas y con una capacidad para acoger a entre dos y ocho personas. Se propulsa con dos motores eléctricos y no dispone ni de grupo electrógeno ni de motor térmico de apoyo, por lo que se desplaza prácticamente sin ruido y no emite gases de efecto invernadero.“París, ciudad organizadora de la COP 21 en 2015 y de los JJOO en 2024, debe aportar soluciones innovadoras para el medioambiente. El Sena ya se distingue de forma ejemplar en términos de prestaciones energéticas en el sector de los transportes. Nuestra compañía materializa, una vez más, un proyecto de barco eléctrico con el objetivo de sensibilizar a todos los usuarios del río”, ha declarado Didier Spade, presidente y director general de Seine Alliance.
Baterías ya usadas procedentes de vehículos eléctricos
Lo que más llama la atención es que la compañía, siguiendo un modelo basado en la economía circular, ha decidido usar baterías de iones de litio procedentes de vehículos eléctricos Renault (ya utilizadas) y las ha reacondicionado para su nuevo uso. Van alojadas bajo las banquetas laterales del barco en cuatro compartimentos estancos de acero inoxidable, evitando de esta forma emplear materias primas y energía para la construcción de baterías nuevas.Cada propulsor tiene una potencia nominal de 10 kW (20 kW en potencia máxima), permitiendo que el barco alcance las velocidades de crucero habituales, aunque la velocidad por el Sena está limitada. El peso total de las baterías es de 278 kg, inferior al peso del depósito de gasolina que llevaba el barco en su versión térmica, y se recargan al completo en unas tres horas.
Un modelo para inspirar
Con un casco reciclado y un diseño atemporal del constructor italiano Tullio Abbate, está previsto que el Black Swan entre en funcionamiento esta primavera tras recibir las autorizaciones administrativas necesarias para poder ejercer su actividad. A partir de ahí, Seine Alliance iniciará las obras de acondicionamiento de un nuevo barco análogo antes de proseguir con otras unidades hasta alcanzar su objetivo de disponer de una flota 100% eléctrica en 2024.En los últimos años, el cambio de paradigma en el campo de la movilidad está teniendo como foco central la electrificación de los coches y las restricciones a la circulación. Sin embargo, el Black Swan demuestra que se puede hacer mucho también en el sector del transporte fluvial y, por ende, en el marítimo para reducir las emisiones y acabar con la dependencia de recursos no renovables.Imágenes | Grupo Renault