Autor | M. Martínez Euklidiadas
¿Es posible paliar los efectos de los atascos durante las horas punta y al mismo tiempo minimizar los problemas que dan las inundaciones frecuentes? En Malasia contestaron a la pregunta con el túnel ‘SMART’ (Stormwater Management and Road Tunnel), una infraestructura que actúa tanto como túnel convencional como elemento de alivio de aguas pluviales.
¿Qué es el túnel inteligente SMART de Malasia?
En su Modo 1, el túnel SMART es una infraestructura vial de 4 km y dos alturas que conecta las zonas de Jalan Istana y Kampung Pandan (Kuala Lumpur). Acorta la distancia de 15 minutos de trayecto a solo cuatro.
En el Modo 2, un túnel más largo (9 km, en los que está recogidos los 4 km previos) actúa como aliviadero de tormentas. La parte inferior del túnel (bajo los carriles) se inunda y conecta el excedente del tanque de tormentas de Klang (río Sungai Klang) con el depósito del río Kerayong.
En un Modo 4 el túnel para vehículos se inunda completamente en tormentas intensas. El Modo 3 consiste en un aviso temporal de inundación del túnel.
Otros túneles inteligentes del mundo
Un uso dual no es la única forma de hacer inteligente un túnel, aunque sin duda es uno de los más útiles y resilientes. Junto al túnel SMART destacan:
- Túnel de Cereixal (España), caracterizado por su conexión con los vehículos mediante tecnología V2G (vehicle to grid) y 5G. Permite una mejor gestión de la infraestructura.
- Túnel de San Gotardo (Suiza), de los más optimizados. Atraviesa los Alpes suizos desde Bodio hasta Erstfeld, y tiene un tráfico diario de cientos de trenes.
- Túnel de Markovec (Eslovenia). Sus cientos de sensores y más de 90 cámaras maximizan la seguridad.
Resiliencia urbana, el gran beneficio de SMART
El mayor beneficio del túnel inteligente de Malasia es la resiliencia urbana que consolida para la ciudad. Las infraestructuras urbanas inteligentes están contempladas en el ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), una característica que se pretende extender de cara al cambio climático.
En Malasia, los cambios del clima hacen que las tormentas aumenten en frecuencia e intensidad. Que una infraestructura vial funcione a la vez como carretera y como tanque de tormentas aporta una flexibilidad notable.
De hecho, parte de la ‘inteligencia’ urbana a futuro no derivará del uso de tecnología, sino de un aumento en la flexibilidad de uso de las infraestructuras existentes, como está ocurriendo con los llamados ‘edificios de usos varios’.
Los problemas de SMART: no todo son ventajas
El túnel SMART recibió en 2011 el premio ‘Pergamino de Honor de ONU-Hábitat’, pero no está exento de polémica. Parte del problema que soluciona (desalojo de aguas de tormenta) sería innecesario si Kuala Lumpur hubiese realizado hace décadas una planificación urbanística que evitase los canales de agua.
La segunda crítica deriva de la conversión de dos ríos (Sungai Klang y Kerayong) en canalizaciones. Como insisten los ecólogos, un río es un ecosistema, no una tubería. El vertido continuado de las aguas de tormenta ha perjudicado de forma notable la biodiversidad no solo de las aguas, sino de la zona en general.
Por último, el hecho de que se facilite la movilidad vehicular al reducir la distancia ha hecho que aumente también el número de vehículos que circulan por el túnel. Al poco de abrir, dejó de aliviar atascos porque hay más tráfico y se ha alcanzado un nuevo equilibrio de Lewis-Mogridge. Una trampa que se sigue en otras aproximaciones.