Autor | Amaia PorteiroA pesar del desarrollo tecnológico de las últimas décadas, las infraestructuras urbanas y su mantenimiento han variado poco a lo largo del tiempo. Un factor contribuyente es el miedo a experimentar con activos demasiado valiosos para la economía e imprescindibles para el funcionamiento cotidiano de la población.Hoy en día, sin embargo, las infraestructuras se están convirtiendo en una mercancía o producto en sí mismas. Las empresas de infraestructuras y los puertos se dan cuenta que para diferenciarse necesitan volverse "smart". Su papel es cada vez más crucial para el desarrollo de ciudades sostenibles y resilientes a la crisis climática.El desarrollo de infraestructuras inteligentes supone una fuerte inversión pero será uno de los principales motores económicos de las ciudades en los próximos años: se calcula que pueden producir un beneficio de hasta 26 trillones de dólares hasta 2030.En un escenario a la búsqueda de modelos de implementación, el Smart City Expo World Congress de Barcelona 2019 nos ha dejado unos cuantos buenos ejemplos de cómo llevar a cabo infraestructuras inteligentes en todo tipo de entornos urbanos.
Infraestructuras inteligentes: un modelo adaptable a todo tipo de ciudades y economías

