Autor | Lucía Burbano
Las dificultades de algunos países para proveerse de combustibles fósiles para calentar sus hogares, generar electricidad y mantener las cadenas logísticas activas han disparado el interés en otras fuentes de generación. También en los métodos para alcanzar mayores metas de eficiencia energética, que se ha convertido en prácticamente una obligación para administraciones y ciudadanos.
¿Qué es la eficiencia energética?
La eficiencia energética busca optimizar el consumo de energía para equilibrar los niveles de confort térmico y de servicio, ajustando el consumo de electricidad a las necesidades reales de los usuarios. Se trata de establecer un uso racional de elementos como la calefacción, aire acondicionado, luz, etcétera, sustentado en unas instalaciones y un buen aislamiento térmico que permitan equilibrar un consumo para que beneficie tanto a la salud del usuario como a su bolsillo.
La sostenibilidad y la eficiencia energética
Tampoco debemos olvidar el medio ambiente, ya que en la Unión Europea (UE) el sistema energético es responsable del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido, los edificios, el transporte y la industria son los principales consumidores de energía y las fuentes más importantes de emisiones.
Por eso, la apuesta europea pasa por descarbonizar apostando por energías de fuentes renovables como la solar o la eólica. En palabras de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea: "Estamos haciendo todo lo posible para mantener la promesa que hicimos a los europeos: lograr que en 2050 Europa sea el primer continente climáticamente neutro del mundo". Algo complicado en la crisis energética actual, y es que los reactores nucleares también empiezan a verse con mejores ojos debido a los desafíos que plantea una súbita desgasificación que no puede ser cubierta únicamente con renovables.
¿Cómo se mide la eficiencia energética?
Para que el consumidor pueda interpretar el gasto energético, hace varios años se instauró el certificado de eficiencia energética. Se trata de siete letras correlativas, de la A a la G, en que la A es la más eficiente y la G la menos eficiente:
● Los más eficientes: A, B, C
● Consumo moderado: D, E
● Alto consumo: F, G
Además de la eficiencia energética, esta etiqueta adhesiva facilita otra información como los kilogramos de CO2 emitidos a la atmósfera.
En el caso de las viviendas, es un documento obligatorio desde 2013 y que debe obtenerse en caso de vender o alquilar un inmueble. En cuanto a los electrodomésticos, es indispensable en toda Europa para frigoríficos y congeladores; lavadoras, secadoras y lavavajillas; horno eléctrico y microondas y fuentes de luz domésticas.
Gracias a la etiqueta de eficiencia energética, el consumidor puede conocer de antemano cuál será el consumo de energía de un producto antes de comprarlo.
Hábitos sencillos para ahorrar energía
Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, el gasto medio anual por hogar en España se sitúa en 990€. ¿Qué pueden hacer los usuarios para ahorrar energía sin sacrificar su confort térmico?
La temperatura adecuada según la época del año
El termostato puede ser una fuente de conflictos térmicos. Aun así, siguiendo estas recomendaciones conseguiremos racionalizar el consumo energético sin sacrificar el confort ni las relaciones personales:
● En verano, los valores deben oscilar entre los 23 y 27 ºC. Se recomienda que la diferencia de temperatura respecto al exterior no supere los 12 grados.
● En invierno, entre los 19 y 21°C.
● Si la vivienda está vacía o estamos durmiendo, hay que bajar el termostato a unos 15º-17ºC.
● En el caso de los bebés, la temperatura debe ser algo más alta; entre los 22º-24ºC durante el día y los 18º-20ºC por la noche.
Apagar completamente los aparatos electrónicos
La lucecita roja o verde que aparece en nuestros aparatos indica que está en stand by, y por tanto, continúa consumiendo. Un pequeño gesto como apagarlos completamente ahorra hasta un 7% de energía.
Mejorar el aislamiento de puertas y ventanas
Asegurarnos que el aire no entra por los marcos es fundamental. Si instalar doble cristal y marcos de PVC no es una opción, siempre puede sellarse la parte interna.
Apostar por la domótica
Hace unos años, la automatización de una viviendapara integrar tecnologías en los sistemas que forman el hogar sonaba a ciencia ficción, pero hoy ya no lo es. En lo que se refiere a la eficiencia energética, los sistemas domóticos permiten gestionar la iluminación, la climatización, el agua caliente, el riego y los electrodomésticos para programar o controlar su consumo.
Fotografías | Unsplash/NASA, Unsplash/Erik Mclean