Autor | Patricia M. LicerasLa brusca aparición del coronavirus y su progresión exponencial ha modificado muchos de nuestros comportamientos sociales. Una vez exista la esperada vacuna, poco a poco algunos de ellos volverán a ser los de antes, pero dada la magnitud de la crisis es previsible que otros se queden con nosotros para siempre o, al menos, durante largo tiempo. Un cambio de pautas también que afecta al turismo.Si seguimos deseando viajar -un apetito que se mantiene intacto, si no se ha exacerbado con el confinamiento, querremos hacerlo de otra forma. Y es que la prioridad es ahora la salud.
Preferencia por los destinos nacionales
De este modo, en estas fechas en las que muchos están ya de vacaciones o preparando con gran ilusión una escapada, la nuevanormalidad que se va instaurando está trayendo más turismo de proximidad. Desplazamientos a destinos relativamente cercanos a los que se pueda viajar en coche, que nos da mayor seguridad frente a un transporte colectivo que se tiene que compartir con extraños. Los largos periplos, mejor para tiempos venideros.Todas las precauciones son pocas y también optamos por otras fórmulas que reduzcan el riesgo de contagios. Así, queremos destinos sin masificar y, más que hoteles, alojamientos para estar con la familia o los amigos con jardín, piscina, etc. que nos permitan desconectar, pero sin demasiado contacto con el exterior. En este sentido, el turismo rural está siendo uno de los grandes beneficiados. Un movimiento hacia el interior que puede servir para impulsar las zonas más despobladas.
La ‘nueva normalidad’: la seguridad, primero
Quizá todo lo anterior deje de importarnos o lo haga menos a medida que la situación económica mejore y se logre una vacuna. Pero, a juicio de los expertos, de esta experiencia sin precedentes surgirá un viajero mucho más exigente con la seguridad sanitaria, con los protocolos de limpieza y desinfección de hoteles y compañías aéreas.Así, en esta segunda etapa pos-COVID-19, se impondrán los destinos que ofrezcan altos estándares de seguridad y cumplan escrupulosamente con las directrices de las autoridades sanitarias. También contrataremos más seguros de viajes. Y es que para muchos está siendo harto complicado conseguir la devolución de sus paquetes turísticos o billetes de avión contratados antes de la pandemia, aparte de que habrá miedo a ponerse enfermo en países con sistemas sanitarios poco preparados.Estrategias inteligentes para salvar el turismo
