Tecnología de protección contra el fuego: sistemas domóticos en Nueva Orleans

Tecnología de protección contra el fuego: sistemas domóticos en Nueva Orleans

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Autor | Eduardo Bravo

Según las estadísticas de la Asociación Nacional para la Prevención de Incendios de Estados Unidos (NFPA), la mayor parte de los incendios se producen en el ámbito doméstico. Esta situación pone en riesgo la seguridad de las personas que viven en esos hogares así como de sus vecinos, al tiempo que genera importantes costes para el erario. Según los datos de la NFPA, además del mayor riesgo de incendios provocados, un factor fundamental es la existencia de instalaciones eléctricas antiguas o deficientes.

Las razones por las que los hogares son de forma particular los más afectados por este tipo de catástrofes son fáciles de determinar. En los entornos urbanos los domicilios familiares son proporcionalmente más numerosos que los edificios públicos, las infraestructuras o las oficinas. Además, y a diferencia de las naves industriales o las grandes empresas, no suelen contar tecnologías de protección contra el fuego que permitan una pronta intervención de los servicios de extinción de incendios.

¿Cómo redujo Nueva Orleans sus incendios?

En este sentido, el ayuntamiento de Nueva Orleans ha hecho suyo el lema «Hear the Beep, Where You Sleep» («Escucha el pitido allí donde duermas») y lo ha aplicado en un programa a través del cual los vecinos pueden solicitar que se les instale gratuitamente hasta un máximo de dos detectores de de humo inteligentes en sus hogares. Para ello, solo es necesario cumplimentar el formulario disponible en la web municipal y responder a una serie de preguntas que determinan cuál es el tipo de detector más adecuado según las características de los residentes.

Gracias a esos datos se puede saber, por ejemplo, si los residentes son personas ancianas o si en la casa vive alguien con problemas de movilidad o discapacidad auditiva. De esta forma, los bomberos tendrán presente cuándo acudir a ese domicilio a cambiar las baterías de los detectores –cuya duración es de diez años– o instalar un modelo que, en lugar de la típica alarma sonora incorpore señales lumínicas o un sistema de vibración en la cama o en la almohada.

Desde su puesta en funcionamiento en el año 2013, se han instalado casi seis mil detectores de incendios cuyo coste unitario ronda los cinco dólares; un monto que ha sido sufragado a través de una donación realizada por el Servicio de Bomberos del estado de Louisiana y aportaciones privadas. En total se trata de un desembolso de menos de treinta mil euros, cantidad que está muy por debajo de los costes que supone una intervención de los bomberos para sofocar un incendio.A la hora de contar el coste de sofocar un incendio hay que computar valores como el coste del desplazamiento de los medios de extinción, el salario percibido por cada hora de trabajo y el uso de material especializado como las bombas, que requieren un mantenimiento especial. Además, si el servicio se presta en zonas en las que hay emisión de tóxicos, las tarifas se pueden incrementar drásticamente. Incluso si fríamente se elimina de la ecuación el factor humano, los beneficios son evidentes.

Esos costes tienen que ser abonados, tras la intervención de los bomberos, por las personas físicas o jurídicas beneficiadas por el servicio, aunque lo habitual es que sean cubiertas por las compañías aseguradoras en virtud de las pólizas contratadas por los ciudadanos. En todo caso, lo pague quien lo pague, son soluciones a posteriori, por lo que los daños e incluso las posibles víctimas ya se han producido. Por ello, mejorar la seguridad de los ciudadanos y conseguir que las ciudades sean entornos inteligentes en materia de incendios no siempre depende de grandes inversiones o compleja tecnología. Nueva Orleans es la prueba de que se puede lograr con sencillos dispositivos y programas de concienciación. De hecho, según el Superintendente del departamento de Bomberos de Nueva Orleans, Tim McConnell, en todo el tiempo que lleva trabajando, nunca ha sido testigo de un incendio con resultado de muerte si en el lugar del siniestro existía un sistema de detección. Una prueba evidente de que una mínima inversión puede ayudar a conseguir ciudades mucho más seguras para todos.

¿Cuán fiable es la domótica para prevenir incendios?

Aunque la aproximación de Nueva Orleans a la prevención de incendios se basa en la electrónica, no es una auténtica tecnología inteligente. Algunos ejemplos de automatización incluyen placas de cocina con función de apagado automático, que desactivan los fuegos si no están siendo utilizados, en caso de sobrecalentamiento o si se derraman los contenidos de una olla.

Puesto que la cocina es el lugar donde normalmente se inician los incendios, electrodomésticos con funciones de seguridad mejoradas y temporizadores pueden prevenir una cantidad significativa de accidentes. Aparatos inteligentes como los conectados a la nube pueden mejorar incluso aún más la seguridad del hogar, puesto que permiten a los moradores comprobar desde su teléfono si se dejaron el horno encendido e incluso recibir una notificación si salen de casa antes de apagarlo.

Asimismo, la capacidad para cortar la electricidad de la mayor parte de las habitaciones desde el teléfono, algo que ofrecen numerosos paquetes domóticos, puede prevenir incendios durante largas ausencias.

En lo que respecta a su fiabilidad, todas estas soluciones son seguras y probadas, aunque los dispositivos conectados a la nube dependen de la calidad del servicio y el nivel de soporte que puedan querer dar sus fabricantes, y es que la obsolescencia resulta más problemática en el caso de estos aparatos.

¿Qué le depara el futuro a la domótica?

La experiencia de New Orleans confirma que la domótica es fundamental en la protección contra los incendios. El objetivo es hacer casas más seguras y la domótica, junto con la inteligencia artificial, contribuye a reforzar la seguridad de los hogares al integrar los distintos dispositivos y sistemas electrónicos conectados a la red. Estos son los sistemas empleados:

Alarmas inteligentes

Tienen capacidad para enviar alertas en tiempo real a un teléfono móvil o hacer sonar alarmas muy ruidosas para avisar a los vecinos. Algunos modelos, además, pueden notificar a la compañía de seguridad privada contratada si se da el caso. Las alarmas de incendios inteligentes mejoran de forma significativa el nivel de seguridad frente a los detectores de humo tradicionales, especialmente si se integran con otros dispositivos inteligentes como las cámaras de vigilancia basadas en la nube, que permiten a los usuarios comprobar de forma remota lo que está sucediendo en su hogar cuando son avisados en sus teléfonos.

Sensores de seguridad

Los sensores de presencia y movimiento combinados con las cámaras de seguridad conectadas por internet permiten controlar cualquier incidente que se produzca en el hogar o la presencia de intrusos. Además, los sensores de agua, gas y humo protegen ante fugas de agua, escapes de gas o incendios. El sistema domótico cuando detecta cualquier incidente corta el suministro eléctrico, de agua o gas para evitar incendios, activa algún sistema de extinción del fuego y realiza una llamada a los servicios de emergencia.

La domótica aumenta la seguridad de las viviendas, no solo a través de sistemas de protección contra incendios, sino también con las alarmas, sistemas de videovigilancia, sensores de movimiento y simulación de presencia para simular que la casa está habitada cuando está vacía repitiendo hábitos de los habitantes como subir y bajar persianas o encender la luz. La domótica con la inteligencia artificial mejorará todos los sistemas de protección en los hogares.

Los generadores de emergencia son objeto de regulaciones en Luisiana

A raíz de los buenos resultados observados en ciudades como Nueva Orleans, el estado de Luisiana implementó en 2022 una ley que obliga a instalar detectores de monóxido de carbono en los hogares para una o dos familias y en todas las viviendas que tengan un generador propio.

Este último detalle puede parecer extraño hasta que se considera que el estado de Luisiana al fenómeno climático conocido como temporada de huracanes en el Atlántico, que azota numerosos centros urbanos con tormentas de enorme intensidad que provocan cortes de luz, motivo por el cual son corrientes los generadores de emergencia.

Alimentados mediante gasolina o gas natural y con una autonomía de varios días, estos generadores son imprescindibles para mantener en funcionamiento frigoríficos y aparatos de respiración para personas convalecientes, o simplemente para poder tener una luz encendida que aporte confort y seguridad. Sin embargo, la falta de espacio para instalar estos aparatos lleva a que sean colocados en lugares poco indicados como callejones o debajo de cornisas, favoreciendo la acumulación de monóxido de carbono.

Con el mandato de instalar detectores en estas casas, Luisiana busca expandir el éxito de Nueva Orleans y mejorar la seguridad de los ciudadanos del estado incluso durante periodos de calamidad, cuando los equipos de emergencia en los que han confiado su seguridad podrían poner en peligro su vida.

Imágenes | BroesisFarakos/iStockJen TheodoreLifestyleVisuals/iStock

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