Autor | Jaime RamosLa conducción autónoma es uno de esos sueños comparables en la actualidad a retos como el que se vivió en el siglo XX con el desarrollo de la aviación. Supondrá tal cambio en la movilidad que forzará el replanteamiento del propio concepto del transporte.Si bien estamos más cerca que nunca de conseguir que los coches se conduzcan por sí mismos, existe una serie de etapas que superar. No se trata tan solo de una cuestión de seguridad, sino también un dilema moral tan antiguo (¿debe un vehículo atropellar a un peatón o salvar la vida de sus ocupantes en caso de accidente inevitable?) como las primeras aproximaciones teóricas de la inteligencia artificial.En este contexto, las Smart Cities juegan un papel protagonista por ser la base fundamental donde la conducción autónoma se aprovechará en mayor medida. Para empezar, porque todos los servicios de movilidad sostenible apuntan a integrar electrificación y conducción autónoma. Esos son los criterios más importantes que marcarán la deriva del transporte en ciudad, aplicado en especial al coche compartido.Además, la conducción autónoma colaborará en el entorno de la Smart City a democratizar el transporte, al permitir el acceso a un vehículo a minorías que hasta entonces no podrían pensar en conducir (discapacitados, mayores, etcétera).
La conducción autónoma en 2019
¿En qué estado de desarrollo nos encontramos en 2019 con el coche autónomo? Para contestar a esta pregunta debemos conocer que hay 6 niveles de conducción autónoma, que comienzan en el nivel 0 y culminan en el nivel 5. Es en este último donde el conductor humano es prescindible, y por tanto, el vehículo estaría desprovisto de volante, pedales y otros medios por los que el conductor se relaciona con la máquina.Aunque pueda parecer que ese nivel 5 está lejano, lo cierto es que en este 2019 existen muchos fabricantes que ya proyectan modelos capaces de realizar desplazamientos bajo la única batuta de una mente artificial. Renault-Nissan, Toyota, General Motors o BMW han puesto fecha a la consecución de este reto y esperan probar prototipos de coche autónomo de nivel 5 durante este mismo año.Otra cuestión distinta es averiguar cuándo se darán las condiciones para que puedan comercializarse, aunque ya hay quien lanza las primeras apuestas. Sea como sea, los vehículos de nivel 5 requerirán comunicaciones car 2 car y con las infraestructuras de control de tráfico para su correcto funcionamiento, por lo que primero será necesario el despliegue de redes 5G.
Elon Musk y el Autopilot de Tesla
Elon Musk es uno de los principales gurús tecnológicos de nuestra era. El CEO de Tesla y SpaceX confirmaba recientemente en el podcast ARK Invest que a finales de este 2019 los modelos que fabrica su compañía vendrán dotados de la opción conducción autónoma total. Tesla culminaría así su programa de Autopilot.Según Musk, esta tecnología traerá prestaciones como la recogida del conductor (ahora casi un simple pasajero) de forma autónoma y allí donde se encuentre. Si bien no se trata del último escalón con la conducción autónoma (estaríamos hablando de un nivel 4), sí que es su antesala.
Prestaciones nunca vistas
Lo que se podrá comprobar en los próximos meses será la puesta en marcha de prestaciones de asistencia a la conducción nunca vistas, tal y como avanzan desde Tesla. El perfeccionamiento de los sistemas de seguridad que sustituyen el control humano por mecánico en los vehículos es una realidad de todos los fabricantes.Ahora bien, organismos como Euro NCAP avisan de que no se ha de cantar victoria antes de tiempo. Este tipo de sistemas demuestran que el coche autónomo está cerca, pero que todavía queda camino por recorrer. De hecho, las tendencias que anuncian los fabricantes están llevando a muchos conductores a confundir términos con la conducción autónoma. Y es que todavía hemos de aguardar a la próxima década para vivir la revolución prometida.Imágenes | Daimler, iStock/metamorworks, iStock/4X-image