Autor | Elvira Esparza
Tallin, la capital de Estonia es tal vez más conocida por ser una de las ciudades medievales europeas mejor conservada, habiendo sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero es, además, una ciudad comprometida con la sostenibilidad ambiental, por lo que fue nombrada Capital Verde Europea en 2023. Consiguió este reconocimiento por las acciones que está desarrollando para conseguir la neutralidad climática, principalmente con relación a la movilidad y la economía circular.
Una de sus estrategias recientes es el desarrollo de una economía circular con la gestión sostenible de los residuos, a través de la reutilización y el reciclaje de los productos con el fin de reducir el consumo de materias primas, buscando así un desarrollo más cabal, de menor impacto ecológico y con un valor añadido.
Estrategia para conseguir la neutralidad climática
Con la estrategia de desarrollo Tallin 2035, la ciudad ha puesto en marcha un plan para lograr la reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera, la adaptación al clima, la innovación, la salud, la movilidad, la biodiversidad, la economía circular, la energía sostenible y la producción de alimentos. Los objetivos medioambientales se centran en reducir las emisiones netas totales de gases de efecto invernadero a 8 millones de toneladas y alcanzar una tasa de reutilización de materiales circulares del 30% en 2035.
Para conseguir el objetivo de reducir las emisiones de carbono, desde 2013 ofrece transporte público gratuito para todos los residentes. En 2035 espera que este transporte sea neutro en carbono, por lo que está potenciando el uso de tranvías y autobuses eléctricos e incrementado el número de kilómetros de carriles bici. Estas medidas están encaminadas a conseguir el impacto neutro en el clima en 2050.
Además, en los últimos 10 años ha mejorado la gestión sostenible de los residuos, reduciendo el vertido en un 80% y potenciando la recogida selectiva. Su objetivo es desarrollar la economía circular, aprovechando al máximo los recursos materiales a través de la reutilización y el reciclaje para reducir el uso de materias primas.
¿Qué es la economía circular y el vertido cero de residuos?
La economía circular reduce el uso de materiales, rediseña los materiales y productos para que requieran menos recursos y además recupera los residuos para fabricar nuevos materiales y productos. En el desarrollo de una economía circular dirigida a convertir a Tallin en una ciudad verde, se incluye el Plan de Gestión de Residuos de Tallin 2022-2026. Este plan promueve cambiar la recogida tradicional de los residuos por la reutilización y la reparación, junto con la realización de campañas encaminadas a lograr la reducción de residuos. Una de las medidas que la ciudad va a poner en marcha para conseguir este objetivo es la creación de una red de centros de reutilización y reparación.
Según un informe de la OCDE, Tallin ha dado ya los primeros pasos para hacer más sostenible la gestión de residuos. Por ejemplo, la ciudad ha logrado un mayor nivel de recogida selectiva y planea abrir centros de economía circular, con salas de reutilización y talleres de reparación en los centros de recogida de residuos. Estas iniciativas están en la línea de conseguir la reducción del consumo y el mantenimiento de los productos en circulación como plantea la economía circular.
De momento ha inaugurado un centro de economía circular donde se pueden eliminar los residuos por separado y se potencia la reutilización y reparación de los productos.
¿Qué es Lillekula?
Lillekula es el primer centro de economía circular abierto en Tallin, en el que se ha sustituido la gestión tradicional de los residuos, con la creación de salas de reutilización y reparación de los productos para darles una nueva vida. Este centro situado en el distrito de Kristiine, ha sido diseñado como una infraestructura moderna y respetuosa con el medio ambiente. Consta de un área de recogida de residuos, un edificio de oficinas y una instalación de economía circular que incluye una sala dedicada a artículos reutilizables, un aula y talleres de reparación.
El centro está rodeado de una zona ajardinada y para minimizar las molestias por el ruido se ha instalado una barrera acústica. El proyecto ha sido encargado por el Centro de Economía Circular de la ciudad, con un coste total de 2,3 millones de euros.
El centro se caracteriza por ofrecer a las personas una forma fácil y cómoda de clasificar los residuos. Para acceder al centro se ha establecido un sistema inteligente que permite a los usuarios reservar online una hora para llevar los residuos, seleccionar el tipo y cantidad de residuos, introducir los datos del vehículo y, en caso necesario, pagar el servicio. Cuando el vehículo llega al centro la barrera se abre automáticamente al reconocer el vehículo, facilitando de esta manera un acceso rápido y cómodo. Además, el centro está señalizado con iluminación LED para garantizar la visibilidad incluso en la noche y facilitar la adecuada clasificación y gestión de los residuos.
El centro dispone de una sala de reutilización gratuita donde la gente puede llevar sus artículos que están en buen estado, pero que no quiere seguir usando, como ropa o material deportivo, para darles una nueva vida.
Existe también un taller de reparación de ropa donde cualquier persona puede arreglar su ropa porque dispone de máquinas y herramientas como máquinas de coser, centro de planchado, tijeras, cintas métricas y agujas. Los visitantes pueden contar con el asesoramiento de un sastre profesional para que les ayude a dar un nuevo uso a la ropa.
Asimismo, cuenta con un taller de reparación de muebles equipado con todas las herramientas necesarias, incluidas máquinas de coser, sierras de espuma, grapadoras y compresores. Aquí los usuarios pueden arreglar sus muebles rotos, con la ayuda de un tapicero experto. En ambos talleres solo es necesario que los usuarios traigan sus propios materiales.
El centro de economía circular Lillekula también tiene un taller de reparación de bicicletas gratuito y un baño ecológico.
En el futuro, hay planes para establecer centros adicionales en Lasnamäe y Haabersti, y convertir los centros de eliminación de residuos tradicionales de Paljassaare, Pääsküla, Rahumäe y Pärnamäe en centros de economía circular.
Imágenes | Hongbin, Ellen Rudi, oficina de Gestión Estratégica de Tallin