Autora | Lucía Burbano
Los recursos hídricos son un bien cada vez más preciado y escaso, cuya gestión requiere de soluciones sostenibles por parte de las zonas urbanas. Una opción que suscita interés por su capacidad para aprovechar el agua de lluvia es el pavimento permeable, que permite que las ciudades alineen sus prácticas sostenibles con el ciclo natural del agua y pongan en práctica el concepto de ciudad esponja.
Para contextualizar la urgencia con la que debería tratarse la gestión del agua de lluvia, señalar que en 2023 los niveles de precipitaciones mundiales alcanzaron su nivel más bajo desde que existen registros. Se situaron 46,2 milímetros por debajo de la media registrada entre 1901 y 2000, marcando un tercer año consecutivo de anomalías negativas.
Otros materiales no permeables como el hormigón provocan que, al llover, el agua se acumule en las superficies impermeables. Además, va recogiendo contaminantes como aceites, metales y productos químicos que desembocan en el sistema de aguas pluviales de la ciudad, lo que puede provocar inundaciones, erosión y mala calidad del agua en ríos, y lagos.
El hormigón también contribuye al efecto isla de calor que se produce cuando el entorno construido atrapa el calor, provocando temperaturas más altas en las zonas urbanas en comparación con las zonas rurales circundantes.
¿Cómo funciona un pavimento permeable?
El principio de un pavimento o superficie permeable es que permite que el agua pase a través de una capa de base subsuperficial y desde allí se filtre lentamente en los suelos circundantes y/o en la red de drenaje de las ciudades.
Existen varios tipos de materiales que son más adecuados según el uso que se le dé al pavimento.
Por ejemplo, los ladrillos de junta abierta que dejan huecos entre sí o los adoquines de hormigón con césped sólo son adecuados para aparcamientos y accesos poco transitados. Los pavimentos de grava y conglomerado son aún menos resistentes y, por tanto, más apropiados para senderos y carriles bici o para terrenos privados.
Los materiales de pavimentación semipermeables, como las virutas de madera, conchas marinas, grava o agregados pétreos, permiten que el agua de lluvia se infiltre, pero no pueden soportar cargas pesadas.
La estructura de estos pavimentos se divide en cuatro capas, que cuentan con un revestimiento permeable geotextil entre cada una de ellas:
Capa superficial
Es la del propio material permeable que está en contacto con la superficie.
Capa de áridos
El material está recubierto por una capa de áridos lavados de un espesor mínimo de 75 mm y una compactación modificada del 95%.
Zanja de retención
Es un sustrato compuesto en gran parte de piedra triturada (basalto) y una pequeña cantidad de mezcla de tierra de relleno en una proporción típica de 5:1 de volumen que permite el paso controlado del oxígeno, el agua y las raíces de los árboles en profundidad.
Subsuelo
La capa más compacta y que sigue las normas de construcción de carreteras.
Ventajas y desventajas
El pavimento permeable ofrece muchas ventajas con respecto a los sistemas de pavimentación convencionales. Por ejemplo:
- Reduce el volumen de agua de las inundaciones al disminuir los picos de descarga de aguas pluviales de las zonas pavimentadas.
- Aumenta la salud de los suelos al proporcionar una mayor humedad. Esto favorece que árboles y zonas verdes sean más sanos y resistentes a la sequía.
- Reduce la necesidad de utilizar infraestructuras de gestión de aguas pluviales a gran escala.
- Proporciona un entorno urbano más fresco en verano.
Este tipo de suelos también presenta alguna que otra desventaja:
- Uno de los inconvenientes del pavimento permeable es su elevado coste inicial, ya que se utilizan materiales y técnicas de instalación especializadas.
- Necesitan limpiarse regularmente para mantener su eficacia, ya que la suciedad, los residuos y los sedimentos pueden obstruir los huecos. Las reparaciones también pueden ser más complejas y costosas.
- El pavimento permeable no es adecuado para todos los lugares. Las zonas con altas cargas de sedimentos o contaminación de las aguas subterráneas pueden no beneficiarse de este tipo de superficie. Además, tiene una capacidad de carga limitada.
- En los climas más fríos, los ciclos de hielo-deshielo pueden ser problemáticos para el pavimento permeable ya que pueden causar grietas y otros daños que afectan a la durabilidad del pavimento.
Ciudades que han instalado pavimento permeable
Melbourne
La ciudad australiana ha instalado asfalto permeable en los aparcamientos de Eades Place y Harris St. En el caso del primero, se trata de una calle residencial de West Melbourne cuyas imágenes térmicas mostraban que se trataba de una de las calles más calurosas de la ciudad.
Tras muchos años de sequía, varios olmos se encontraban en mal estado y necesitaban ser sustituidos, por lo que la ciudad aprovechó la oportunidad para reurbanizar la calle con el objetivo de aprovechar el agua de lluvia para mantener sanos los nuevos árboles.
Entre otros beneficios, el cambio a un pavimento permeable ha proporcionado un entorno ideal para el crecimiento de diez nuevos árboles, creando sombra y ayudando a refrescar la calle. La permeabilidad ha aumentado hasta los 482 m2 y además se han capturado hasta 790.000 litros de agua al año.
Nueva York
En 2023, la ciudad anunció la ampliación del uso de pavimentos permeables en las calles y espacios públicos de la ciudad para gestionar la escorrentía de las aguas pluviales y promover la sostenibilidad medioambiental. En concreto, un proyecto de infraestructura en Queens utilizó pavimento poroso para absorber casi 49 millones de litros de aguas pluviales a través del suelo en lugar del sistema de alcantarillado.
Esta extensión continuó en verano de 2024 en Brooklyn con la instalación de siete millas de pavimento poroso a lo largo de las carreteras de la zona para ayudar a gestionar mejor las aguas pluviales y reducir las inundaciones y los desbordamientos del alcantarillado. Se trata de la mayor instalación de pavimento poroso en la ciudad hasta la fecha.
Madrid
El área empleada como aparcamiento del estadio Wanda Metropolitano, del club de fútbol Atlético de Madrid, está construido con suelo poroso que filtra agua lluvia sin que ésta recorra largas distancias y, por tanto, evitando que se contamine. Este suelo capta además el agua de escorrentía de otras zonas impermeables cercanas.
Para complementar la instalación, debajo de las plazas de aparcamiento existen unos depósitos enterrados que almacenan el agua recuperada.
Shoreview, Minnesota
En 2007, la preocupación por la calidad del agua del lago Owasso en Shoreview se convertiría en el motivo que daría lugar al mayor tramo de pavimento permeable de Norteamérica en 2009. La ciudad incorporó este tipo de suelo porque quisieron probar si era cierto que en climas más fríos tenía el potencial de evitar heladas en las carreteras, ya que este tipo de superficie absorbe el agua y evita que se congele en grandes grosores.
Tras instalar el primer tramo, la ciudad envió folletos para informar a los vecinos sobre sus calles permeables y lo que podían hacer para ayudar a que funcionen de forma sostenible, como evitar tirar tierra a la calle cuando hace frío. Desde entonces, la ciudad ha añadido otros cinco tramos de pavimento permeable como parte de distintos proyectos para reconstruir sus carreteras.
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