Autoras | Esther Fuldauer, Elvira Esparza
Una nueva tendencia de manufactura denominada “the maker’s movement” está apareciendo en escena. Esta tecnología permite la fabricación a través de habilidades que se pueden compartir fácilmente en una pequeña comunidad.
A menudo pensamos que la innovación tiene que ver exclusivamente con la fuerza tecnológica. Es por esto que con frecuencia, nos encontramos con el problema de distritos tecnológicos que no mejoran la situación económica de la población local que no ha tenido el privilegio de una educación superior. ¿Cómo podemos revertir esta tendencia brindando oportunidades a todas las capas de la comunidad, en lugar de solo a unos pocos privilegiados? ¿Cuáles son las herramientas disponibles para fomentar el desarrollo económico y mejorar la cohesión social?
La nueva tendencia de manufactura conocida como “the maker’s movement” está apareciendo en escena. Esta tecnología permite la fabricación a través de habilidades que pueden compartirse fácilmente en una pequeña comunidad, generando nuevos modelos de negocio y permitiendo que los artesanos que trabajan en una industria obsoleta o en proceso de transformación, puedan prosperar. Los fabricantes devuelven la producción a la ciudad donde se produce el consumo.
Con la llegada de herramientas como la impresión 3D, la fabricación hiperlocal se ha convertido en algo más que un sueño, ahora es una posibilidad real de fabricación, que abre las puertas a nuevas empresas que no sobrevivirían en el mercado de productos baratos. McKinsey informó recientemente que la impresión 3D está lista para emerger de su estado de nicho y convertirse en una alternativa viable a los procesos de fabricación convencionales.
La tendencia de los “Makerspaces” puede ser algo pequeño en la actualidad, pero su papel en la educación debe ser señalado ya que es una fuente continua de conocimiento y empoderamiento para evolucionar con los recursos disponibles. Reunir a las personas tiene un gran potencial para la participación pública, brindando oportunidades a los más jóvenes y desempleados, para la evolución laboral. En conclusión, son numerosos los beneficios de proporcionar infraestructura pública y espacios compartidos para los llamados “Makerspaces”.
¿Qué son los makerspaces?
Un makerspace es un espacio colaborativo donde las personas se reúnen para crear, compartir recursos y conocimientos, trabajar en proyectos y crear redes. Estos lugares cuentan con herramientas y tecnologías que van desde carpintería y electrónica hasta programación e impresión 3D; en suma, los equipos que ayudan a las personas a desarrollar sus ideas.
Además, de esta ayuda física los makerspace fomentan la cultura del aprendizaje compartido y abierto gracias a la colaboración entre las personas. Estos espacios son un punto de encuentro para comunidades emprendedoras que permiten el desarrollo de ideas y proyectos.
Características clave de los makerspaces
Los elementos esenciales que caracterizan a un makerspace son:
- Acceso abierto: Son espacios colaborativos generalmente abiertos a todo el público.
- Aprendizaje práctico: Fomentan el aprendizaje práctico y el uso de herramientas para adquirir experiencia.
- Colaboración: Impulsa el espíritu de comunidad y la idea de compartir conocimiento.
- Resolución de problemas: Promueven habilidades para resolver problemas con soluciones innovadoras.
¿Qué beneficios aportan los makerspaces?
Fundamentalmente, el aprendizaje en un makerspace fomenta la creatividad al motivar a las personas a ser innovadoras y a experimentar con materiales. Contribuyen al desarrollo de habilidades tanto manuales como técnicas, que son difíciles de potenciar si no se dispone del entorno adecuado que ofrecen estos espacios colaborativos.
Desde un punto de vista emocional, el aprendizaje en estos espacios promueve el pensamiento crítico que facilita la resolución de problemas, porque se aprende a analizar cómo abordar los proyectos desde el inicio y solucionar los problemas que surgen durante su desarrollo.
Asimismo, fomentan la colaboración entre las personas, aprendiendo unas de otras, el sentimiento de comunidad, que no solo permite compartir proyectos y conocimientos sino trabajar juntas a personas muy diferentes, lo que favorece la creación de redes, la cohesión social y el desarrollo económico local.
¿Cuáles son las tendencias actuales de los makerspaces?
El movimiento makerspace surgió a finales de los años 90 como una evolución del movimiento maker que promueve el DIY. Con el lanzamiento de la revista Make en 2005 por Dale Dougherty se acuñó el término makerspace, basado en la idea de espacios colaborativos para la fabricación digital. Posteriormente, la impresión 3D y las herramientas digitales impulsaron la creación de estos espacios en bibliotecas, escuelas y centros comunitarios.
En la actualidad, las tendencias de los makerspaces apuntan a:
- Integración en la educación. Tanto escuelas como universidades han creado estos espacios en sus instalaciones para facilitar el aprendizaje práctico de los alumnos en un entorno colaborativo.
- Fomento de la artesanía. En los makerspaces se combinan las técnicas de artesanía tradicionales con las tecnologías modernas para optimizar los procesos de creación.
- Orientación hacia la sostenibilidad. Se promueve el uso de materiales reciclados porque se da mucha importancia a la sostenibilidad en la fabricación y el diseño de los productos.
- Desarrollo de habilidades STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para preparar a los participantes en estas habilidades fundamentales en la sociedad actual desde una perspectiva creativa y colaborativa.
Ejemplos de makerspace en el mundo
Artisans Asylum (Sommerville). Uno de los mayores makerspaces en Estados Unidos creado en 2010, ofrece una amplia gama de herramientas y talleres para artistas e ingenieros.
Noisebrige (San Francisco). Es un espacio físico abierto, que ofrece infraestructura y oportunidades de colaboración para cualquier persona interesada en programación, hardware, manualidades, ciencia, robótica, arte y tecnología.
Xinchejian (Shanghái). Fundado en 2010, es el primer makerspace creado en China, donde la gente puede aprender y juguetear con la tecnología, trabajar en equipo y participar en competiciones internacionales.
Fab Lab (Barcelona). Fue el primer Fab Lab fundado en la Unión Europea en 2007 y es un referente en la potente red de más de 1800 Fab Labs en más de 100 países, centrado en la fabricación digital.