Autora | Lucía Burbano
Según un informe publicado recientemente por la organización suiza iQAir, de 137 países estudiados sólo siete cumplen con el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) relacionados con la calidad del aire. La contaminación atmosférica hace estragos a nivel global exceptuando Australia, Estonia, Finlandia, Granada, Islandia, Mauricio y Nueva Zelanda.
De acuerdo con los baremos de la OMS, estos valores mínimos sobre la calidad del aire exterior deberían ser de 5µg/m3 PM2,5 (partículas finas de 2,5 micras o menos de diámetro), una actualización realizada en 2021 y que reduce a la mitad el nivel de referencia anterior, del 2005, y que era 10µg/m3.
Las fuentes antropogénicas más comunes de las PM2,5 son los sulfatos, el carbono negro (hollín), los nitratos y el amonio, vinculadas predominantemente a motores de combustión, procesos industriales, la generación de energía, la combustión de carbón y madera, las actividades agrícolas y la construcción.
Las fuentes naturales son las tormentas de polvo y arena y los incendios forestales.
Además, las partículas no conocen fronteras. Aunque se originan en un lugar concreto, afectan a la calidad del aire y a los ecosistemas de los países vecinos. La contaminación atmosférica no solo pone en peligro nuestra salud y bienestar: contribuye masivamente al cambio climático, amenaza la seguridad alimentaria y convierte a algunas ciudades en lugares irrespirables.
La (mala) calidad del aire, un problema global
Los datos de la OMS muestran que el 99% de la población mundial respira aire que supera los límites recomendados. Aunque los países de renta baja y media son los que sufren las mayores exposiciones, regiones amplias como la Unión Europea también están altamente expuestas a las partículas nocivas que se encuentran en el aire, en concreto están presentes el 96% de las zonas urbanas.
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de 2021, muestra que la vigilancia de la calidad del aire no es un requisito legal en el 37% de los países. Esta vigilancia y mediciones se realizan con sensores diseñados para detectar contaminantes específicos. Otros dispositivos son los láseres que escanean la densidad de partículas en un metro cúbico de aire o las imágenes satelitales que miden la energía reflejada o emitida por la Tierra.
En 2023 los países y regiones de África y Asia Central y Meridional sufrieron las mayores concentraciones medias anuales de PM2, 5 ponderadas en función de la población. Aunque la disponibilidad de datos sobre la calidad del aire en África sigue aumentando lentamente, solo 24 de los 54 países africanos disponían de datos suficientes para ser incluidos en el informe de 2023, lo que deja 30 países sin contabilizar.
Estas son las ciudades con peor calidad del aire del mundo según su concentración de partículas PM2,5.
1. Nueva Deli, India (92.7)
Nueva Deli, donde viven unos 33 millones de personas, suele colmar distintas clasificaciones sobre las urbes que registran una peor calidad del aire. Según el índice elaborado por el Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago, los habitantes de Delhi podrían ver acortada su vida en 11,9 años debido al aire que respiran.
A pesar de que el gobierno de Nueva Deli ha elaborado un plan para frenar la contaminación parece que, de momento, no ha causado ningún impacto destacable.
2. Daca, Bangladesh (80.2)
La calidad del aire de Daca es una de las peores del mundo debido al tráfico, la construcción y la contaminación industrial. Desde que Bangladesh obtuvo la independencia en 1971, su capital se ha convertido en una de las ciudades más densamente pobladas del planeta.
La congestión del tráfico en Daca es un serio problema, unido a sus fábricas de ladrillos que funcionan con carbón, la contaminación industrial y la niebla tóxica procedente de los países vecinos. Esta ciudad de baja altitud es, además, excepcionalmente vulnerable a los efectos del cambio climático.
3. Uagadugú, Burkina Faso (46.6)
En el país africano la contaminación del aire es responsabilidad, principalmente, de las actividades que generan la totalidad de los sectores socioeconómicos. De forma más concreta, el incremento del uso agrícola de la tierra, la disminución de la cobertura forestal y el aumento de la ganadería.
El gobierno de Burkina Faso está intentando paliar estas altas cifras con la elaboración del proyecto Preparación del Plan Nacional de Adaptación (PNA) financiado por el Fondo Verde para el Clima (GCF) y ejecutado por el Global Green Growth Institute (GGGI), que incluye varias acciones para frenar los efectos del cambio climático en el país.
4. Dusambé, Tayikistán (46.0)
Dusambé es la capital más contaminada de Asia Central debido a su rápida industrialización y urbanización, así como a una normativa medioambiental deficiente. A pesar de que su densidad de población relativamente baja, el importante impacto antropogénico de sus actividades económicas y una penetración tecnológica limitada para medir con precisión datos relacionados con la calidad del aire requieren de la adopción de medidas urgentes y contundentes para abordar este problema medioambiental y de salud.
5. Bagdad, Iraq (45.8)
La capital iraquí, Bagdad, se ha convertido en la ciudad árabe más contaminada debido a un cóctel de factores. Su economía está basada en los hidrocarburos, el cambio climático está multiplicando e intensificando las tormentas de polvo y las enfermedades respiratorias que conllevan. Con sus infraestructuras energéticas maltrechas por décadas de conflicto, los ciudadanos recurren a generadores diésel para obtener energía, llenando los horizontes urbanos de humo negro y espeso.
6. Abuya, Nigeria (45.4)
Uno de los culpables de la mala calidad del aire de la ciudad nigeriana son los vehículos privados, ya que el país africano no controla las emisiones de los vehículos. Más del 80% de coches que circulan por Abuya cuentan con más de diez años de antigüedad y están propulsados con gasolina.
Hasta diciembre de 2016, cuando se prohibieron los vehículos de más de 15 años, no había límite para la antigüedad de los vehículos importados en Nigeria y los vehículos que emitían grandes cantidades de humo eran una imagen habitual en muchas carreteras
7. Yakarta, Indonesia (43.8)
En el caso de Yakarta, confluyen varios factores que provocan la contaminación del aire: las temperaturas más cálidas y la falta de precipitaciones son factores que disminuyen su calidad durante los meses más secos. Además, 10 millones de viajeros procedentes de ciudades satélites acceden a la capital a diario. Según la Agencia de Medio Ambiente de la ciudad, el sector del transporte contribuye a empeorar el aire con el 67% de las emisiones de PM2,5, el 58% de las emisiones de PM10 y el 84% de las emisiones de carbono negro.
Fotografías| Unsplash/Chris LeBoutillier, Unsplash/David Kristianto, King Buwa, Alexander Nrjwolf, Touann Gatouillat Vergos, Austin Curtis, Anton Rybakov, yaz00ne alani, Jeff Attaway (CC BY 2.0)