Autor | Lucía Burbano
El uso de tecnologías digitales en las ciudades inteligentes implica, por un lado, que los municipios se enfrentan a retos cada vez más sofisticados y, por el otro, la búsqueda de formas de explotar estas enormes cantidades de datos para mejorar la gestión urbana.
En este sentido, hay numerosos estudios que presentan enfoques basados en distintas arquitecturas y modelos que mejoran la planificación y el diseño de ciudades inteligentes. Sus principales conclusiones suelen sugerir que la gobernanza de los datos, la interoperabilidad, la seguridad y la evaluación de riesgos influyen en los servicios que las ciudades inteligentes proveen a sus ciudadanos.
Beneficios de una buena gestión de datos
Empodera la comunicación con los ciudadanos
Las ciudades abiertas conectan con sus comunidades a través de diversas plataformas que promueven un Gobierno Abierto que genera confianza entre sus ciudadanos y crea una conciencia y colaboración colectiva.
Un ejemplo lo encontramos en Berlín y su gestión de los carriles bici, donde el despliegue de infraestructuras destinadas a este medio de transporte puede seguirse en tiempo real gracias a una aplicación municipal.
Políticas mejoradas gracias a los datos
Los datos ayudan a que los administradores municipales tomen mejores decisiones para la ciudad, lo que se refleja en una mayor eficiencia en la prestación de servicios y asignación de recursos.
Así lo creen en Ámsterdam, donde existe un sistema que monitorea el nivel de llenado de los contenedores que permite gestionar mejor la frecuencia de paso de los camiones de la basura y reducir viajes innecesarios.
Fomenta la investigación multidisciplinar sobre temas comunes
Los datos locales impulsan la gestión eficiente del transporte, el tráfico o los residuos sólidos. Implicar a un mayor número de personas de distintos estratos y experiencias da lugar a un mayor abanico de perspectivas y soluciones sobre cuestiones relacionadas con la administración municipal.
Es el caso de la brasileña Curitiba, cuyo modelo de colaboración adoptado por el ayuntamiento, incluye a la comunidad en el desarrollo de los proyectos-piloto.
Desafíos relacionados con la gestión de datos urbanos
Colaboración público-privada
Existe una falta de incentivos y sistemas comunes entre los encargados de obtener los datos y las instituciones, ya que la información en bruto permanecen en silos que es necesario desbloquear y distribuir para convertirlos en un lenguaje común en el ecosistema urbano.
Ojo con la ciberseguridad
La transformación digital trae consigo importantes retos de ciberseguridad que deben abordarse para garantizar la protección de los datos y de toda la infraestructura urbana.
Otras ciudades que lideran el uso de datos urbanos
Oslo
Un referente en planificación urbana inteligente y sostenibilidad, su enfoque integral, con énfasis en el bienestar de los ciudadanos y el medio ambiente, la sitúa como líder en innovación urbana.
La capital de Noruega ha conseguido los siguientes resultados gracias a la implementación de varias soluciones basadas en datos:
- Reducción significativa de las emisiones mediante sistemas de energías renovables y transporte electrificado.
- Biodiversidad urbana gracias a tejados y muros verdes que contribuyen a la sostenibilidad.
- Mejor calidad del aire y gestión eficiente de los residuos.
- La puesta en marcha de plataformas de datos abiertos fomentan la participación en el desarrollo urbano.
Friburgo, Alemania
El enfoque holístico de Friburgo hacia la sostenibilidad y las iniciativas de ciudad inteligente la sitúan como líder en desarrollo urbano medioambiental. La ciudad sirve de ejemplo de cómo la integración de energías renovables, transporte sostenible y compromiso con la comunidad puede crear un entorno urbano habitable y responsable con el medio ambiente.
Entre sus resultados, destacan:
- Reducción de las emisiones de carbono gracias al impulso de las energías renovables.
- Apuesta por la tecnología verde que fomenta el desarrollo económico y atrae a empresas e investigadores de las ciencias medioambientales.
- La implicación de la comunidad en proyectos de sostenibilidad fomenta una forma de vida respetuosa con el medio ambiente.
Fotografías | Unsplash/Alex wong, Unsplash/Ryoji Iwata