Autor | Arantxa HerranzEl agua es indispensable para la vida, también humana. Y, sin embargo, en pleno siglo XXI, 785 millones de personas carecen incluso de un servicio básico de agua potable según la Organización Mundial de la Salud, que también calcula que al menos 2.000 millones de personas usan una fuente de agua potable contaminada con heces (que puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis). Para hacernos una idea, se calcula que el agua potable contaminada causa 485.000 muertes cada año solo por diarrea.Entre todos los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas se encuentra que en 2030 todo el mundo tenga acceso a agua limpia y potable. Todo un desafío si tenemos en cuenta que, según sus propios datos, para 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua.¿Cómo hacer que el agua potable llegue a todo el mundo y se haga de manera sostenible?
El precio del agua
Tener agua potable es un recurso más caro de lo que se piensa. En Tanzania, por ejemplo, el 10% de la población emplea más del 5% de todos sus gastos en agua apta para consumo humano.Pero aunque el acceso a este bien no suponga un gran coste económico como en los países desarrollados, lo cierto es que en el fondo estamos pagando un alto coste ambiental. Los sistemas de agua extraen grandes cantidades de agua del medio ambiente, requieren energía, productos químicos e infraestructura para tratar y bombear agua a nuestras casas. Además, luego necesitan más energía e infraestructura para eliminar los desechos, tratarla y devolver parte del agua al medio ambiente con contaminantes (en niveles bajos, pero aún presentes).Una solución puede estar en que los consumidores demanden alimentos menos intensivos en agua. Una sola nuez necesita 19 litros de agua para producirla, mientras que un tomate requiere poco más de 11 litros. La carne lleva el consumo de agua a una estratosfera completamente nueva: 3,785 litros para crear un solo filete, según datos del Foro Económico Mundial.
¿Cómo facilitar agua potable de manera sostenible?
El reto, como vemos, es importante. La población no deja de crecer y, con ella, también las necesidades de agua potable. Por eso, desde hace tiempo se está estudiando desde diferentes organizaciones cómo lograr hacer agua potable para que este bien llegue a todo el mundo, pero hacerlo de la manera más sostenible posible.El MIT, por ejemplo, ha ideado una nueva forma de extraer la sal del agua sin filtrarla ni llevarla a ebullición (método que usa demasiada energía para ser sostenible). Para ello, se emplea una onda de choque que separa la sal del agua según circula por el sistema.El sistema, implementado por el profesor de ingeniería y matemáticas Martin Bazant y su equipo usa electricidad. El agua salada fluye a través de una "frita", un material hecho de pequeñas partículas de vidrio que se mantiene en su lugar mediante membranas porosas en ambos lados. El agua no fluye simplemente a través de estas membranas como lo haría en un sistema de filtro físico, sino que es "despojada" de la sal mediante corrientes eléctricas que la separan a un lado.Michael Pritchard, por su parte, ideó una botella (Lifesaver), que se puede usar para convertir el agua sucia e infestada en un líquido salubre y limpio. Es una opción factible para el ejercito del Reino Unido, que a cada soldado en Afganistán le da una de estas botellas. Lifesaver se ha expandido, desarrollando e introduciendo nuevos tamaños y productos que van más allá de la botella. Hay bidones, por ejemplo, que pueden procesar 20.000 litros de agua. Es un producto desechable diseñado para su uso en zonas de desastre. Ahora está en su segunda ronda de pruebas con Oxfam.Otras soluciones, mientras, se centran en lograr que el mundo desarrollado ser más eficiente, por ejemplo, Los paneles de Zero Mass Water capturan la luz solar para producir electricidad y calor. La electricidad alimenta componentes como los ventiladores, que empujan el aire a través de un material que la compañía diseñó para absorber la humedad. Luego, cuando el material está expuesto a la luz solar, respira vapor de agua. Hay un depósito de 30 litros dentro de cada panel para contener el agua resultante.Los paneles también se conectan a una bomba que puede transportar el agua desde el techo, por ejemplo, a un grifo de agua en la cocina, para que pueda ser utilizada.Así pues, puede que no haya una única solución, pero la suma de éstas y otras propuestas pueden permitir que el sueño de que todo el mundo tenga acceso a agua potable no esté tan lejos de materializarse.Fotos | Artem Beliaikin, Chaucharanje, abhishek, Skitterphoto,