Autor | Elvira Esparza
El uso de drones en catástrofes como inundaciones, incendios, terremotos o huracanes ha permitido cartografiar los daños, agilizar las labores de búsqueda y rescate de supervivientes y evaluar el estado de las infraestructuras. El inconveniente es que tienen limitaciones, regulatorias y de capacidad, que impiden su uso pleno.
Los drones fueron desarrollados originalmente para fines militares, pero con el tiempo se han empleado en otros usos. La aplicación de los drones en los desastres o misiones de socorro se ha visto favorecida por su capacidad para acceder a zonas peligrosas y por la relación coste beneficio.
¿Cómo se utilizan los drones en los desastres?
Cuando se produce un desastre (incendio, inundación, terremoto…) los drones desempeñan varias funciones. Contribuyen a evaluar los riesgos, identificando las áreas vulnerables y ayudan en la respuesta consiguiendo que las tareas de socorro sean más efectivas. Se establecen cuatro categorías en la aplicación de drones en los desastres: gestión de desastres, búsqueda y rescate, respuesta y recuperación.
- Antes de producirse el desastre: los drones son utilizados para el mapeo 3D, que permite identificar zonas propensas a inundaciones o evaluar la vulnerabilidad de las presas y los diques ante posibles roturas. Suponen un complemento a los mapas realizados por satélite, que no siempre están actualizados. También pueden utilizarse para realizar inspecciones de infraestructuras críticas, como carreteras y puentes, que podrían verse afectadas por inundaciones y deslizamientos de tierra. · En Estados Unidos, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) utiliza drones para evaluar la erosión del suelo y las áreas potenciales de inundaciones y proporcionar mapas topográficos en 2D y 3D de áreas que pueden ceder en estos desastres.
- En las tareas de búsqueda y rescate: con los drones se reduce el tiempo para localizar a las víctimas y para proporcionar información a los equipos de rescate sobre la mejor ruta para realizar la búsqueda. Estos aparatos ofrecen mejores vistas aéreas en tiempo real para localizar a supervivientes, y son capaces de localizar a víctimas vivas enterradas bajo escombros utilizando sensores como detección de ruido, detección binaria, vibración y cámaras térmicas que detectan el calor. También se usan para inspeccionar túneles, edificios o aparcamientos para comprobar si hay víctimas atrapadas. En Carolina del Norte (EEUU), tras el paso del huracán Helene los drones que habitualmente se utilizaban para mapear los campos de cultivo sirvieron para localizar a gente que se había quedado incomunicada a través de la imagen térmica. Una vez localizados, les enviaban un mensaje para saber lo que necesitaban y con drones más grandes les suministraron alimentos, agua y medicinas.
- En las tareas de respuesta y recuperación: los drones se utilizan para inspeccionar las infraestructuras, depósitos de combustible y líneas eléctricas para evaluar el alcance de los daños y su reparación. En el caso de huracanes, por ejemplo, los drones pueden evaluar la fuerza y dirección de las tormentas a través de instrumentos de medición meteorológica. En el terremoto de Palu (Indonesia) en 2018 los drones ayudaron a crear mapas en 3D de la región para que los ingenieros y autoridades identificaran las áreas e infraestructuras prioritarias en la reconstrucción y reparación.
- En las tareas de logística: los drones son empleados para el transporte de ayuda humanitaria o medicinas a zonas incomunicadas o de difícil acceso. También se usan para la peritación de daños, tanto de edificios, como de naves industriales o campos de cultivos que desde tierra son más difíciles de realizar por parte de los peritos. En las inundaciones de Libia en 2023, las imágenes aéreas captadas por los drones permitieron evaluar el daño causado por el colapso de dos presas que arrasaron la ciudad de Derna y para identificar las infraestructuras afectadas.
Limitaciones en el uso de los drones en emergencias
Si bien su potencial es indiscutible, no menos cierto es que existen limitaciones de alcance y restricciones regulatorias que dificultan la implementación del uso de drones en las situaciones de emergencias. Por un lado, aparecen riesgos de privacidad y de protección de datos. Por otro lado, las limitaciones en la capacidad de carga útil de los drones y su alcance operativo impiden que se aproveche todo su potencial en el caso de desastres a gran escala o en zonas remotas.
Para solucionar estas limitaciones es necesaria la cooperación internacional y fijar normas regulatorias sólidas. Las normas internacionales deben establecer directivas integrales sobre privacidad, protección de datos y restricciones de uso para garantizar un uso responsable de los drones. Asimismo, las regulaciones locales deben seguir esta línea y no poner obstáculos a las operaciones con drones en los desastres.
También es necesario asegurar el espacio aéreo en las situaciones de desastres para evitar que se produzcan colisiones entre los drones y los aviones y helicópteros que participan en las labores de rescate.
Imágenes | Karl Greif, Inmortal Producciones