Autora | Elvira Esparza
¿Hacia dónde evolucionarán a corto plazo las ciudades inteligentes? Aunque hacer predicciones puede parecer arriesgado, no cuesta mucho apreciar ya las tendencias de este año, que apuntan a la integración de la inteligencia artificial en sus funciones básicas como la gestión del tráfico, la planificación urbana y la participación ciudadana. La finalidad, naturalmente, es conseguir urbes más eficientes y resilientes.
Estas son las 5 tendencias que se desarrollarán este año en las ciudades inteligentes:
Planificación urbana centrada en la salud
La planificación de las ciudades inteligentes tendrá en cuenta la salud física y mental de la población, incluyendo sensores y datos para monitorizar la contaminación o el ruido y se aportarán soluciones para conseguir una vida urbana más saludable. La IA se utilizará para planificar los servicios de las ciudades, desde los algoritmos de aprendizaje automático que permiten una asignación más eficiente de los recursos hasta los modelos predictivos de las necesidades de infraestructura y las alertas en tiempo real que proporcionan información vital a los ciudadanos en su actividad diaria.
En el diseño de las ciudades se impulsan los espacios urbanos verdes, con barrios sostenibles y las ciudades de 15 minutos para mejorar la calidad del aire. Además, en la construcción se emplearán materiales ecológicos y diseños eficientes para reducir la huella de carbono urbana.
Movilidad inteligente
La gestión del tráfico inteligente y las opciones avanzadas de transporte contribuirán a una movilidad respetuosa con el medio ambiente, porque será capaz de predecir los puntos conflictivos del tráfico para reducir la contaminación. Prevalecerá un sistema integrado de transporte basado en el transporte público con soluciones de micromovilidad, infraestructuras de viajes compartidos y la aparición del transporte autónomo y semiautónomo. Esta infraestructura conectada permite saber cómo se desplaza la población y de ese modo consigue que el tráfico sea más fluido y seguro.
En 2025 se producirá una adopción generalizada de vehículos eléctricos y las ciudades ampliarán sus redes de carga de vehículos eléctricos, integrándose con sistemas de gestión de aceras para garantizar un uso eficiente del espacio. Los vehículos autónomos y los robotaxis serán las opciones de transporte innovadoras en las ciudades inteligentes. El objetivo es que las distintas formas de transporte funcionen de manera más eficiente, resiliente y sostenible.
Gemelos digitales
Los proyectos de gemelos digitales en ciudades como los que se están desarrollando en Singapur, Helsinki o Dublín se incrementarán para ayudar a planificar y gestionar el desarrollo de las ciudades inteligentes. Las ciudades dependerán cada vez más de los gemelos digitales para simular y analizar las redes de transporte, probar nuevas políticas y predecir el impacto de los cambios de infraestructura en la vía pública antes de su implementación. La llegada de gemelos digitales, sensores inteligentes y computación en la nube facilita la monitorización en tiempo real, la predicción del uso de energía, la detección de riesgos de seguridad y la optimización de gastos.
Inteligencia artificial en la gestión urbana
La IA se utilizará para hacer las ciudades más eficientes y sostenibles, controlando la energía, el agua y el tráfico en tiempo real. Habrá una apuesta por las energías renovables y nuevas formas de almacenamiento de baterías. El crecimiento desorbitado de las ciudades impulsa el uso de la IA para hacerlas más eficientes, porque los algoritmos de aprendizaje automático que procesan los datos permiten asignar los recursos de forma más eficiente.
En la energía, habrá una apuesta decidida por las renovables como la solar, eólica y marina, así como de nuevas formas de almacenamiento de baterías para asegurar el suministro. En la gestión inteligente del agua, los sistemas impulsados por IA pronostican la demanda y el suministro de agua facilitando la asignación eficaz de este recurso y las estrategias de conservación, ante el reto que supone la escasez de agua por el rápido crecimiento de la población y el cambio climático.
Identidad digital y participación ciudadana
La identidad digital y los planes para la verificación de esta identidad serán fundamentales en las ciudades porque será necesaria para determinados servicios como petición de permisos, prestaciones sociales o para el pago de impuestos. Una de las principales preocupaciones de los ciudadanos será la seguridad de los datos y la privacidad, ya que la identidad digital implica el manejo de información personal sensible. Para abordar estas preocupaciones, se implementarán tecnologías avanzadas como blockchain e IoT (Internet de las Cosas), que facilitarán la inclusión de los ciudadanos en la toma de decisiones y garantizarán la transparencia y seguridad de los datos.
Además, la gobernanza electrónica en las ciudades inteligentes impulsa la adopción de decisiones y servicios públicos abiertos, sostenibles y colaborativos. Esto significa que los ciudadanos podrán participar activamente en la gestión de la ciudad a través de votaciones en línea y pasaportes digitales, fomentando una mayor participación ciudadana.
Estas tendencias no solo mejorarán la eficiencia y sostenibilidad de las ciudades inteligentes, sino que también promoverán una mayor participación ciudadana y una mejor calidad de vida para sus habitantes.