Autor | Jaime RamosLa contaminación es responsable de 8,8 millones de muertes anuales en el mundo según un estudio publicado en European Heart Journal; una cifra muy superior a los datos que hasta ahora se daban por válidos. Igualmente, han tenido que pasar muchos años para que las autoridades de la gran mayoría de países industrializados reconozcan que la contaminación del aire urbano supone un problema real para la población.Este complicado proceso de concienciación mundial encuentra, en el fondo, un dilema sobre nuestros modos de vida. Y es que las emisiones contaminantes provenientes de industria y transporte han dejado en esta década episodios alarmantes para la salud pública de algunas de las ciudades más pobladas, sobre todo en China y en La India. Este último país puede no enorgullecerse de tener siete ciudades en la lista de las diez más contaminadas del mundo.
En busca de soluciones rápidas

Chimeneas y ventiladores gigantes
Los habitantes de Xi’an, una de las ciudades más contaminadas de China, están siendo testigos de una de esas soluciones que asemejan la silueta de la ciudad al atardecer a la de una urbe distópica. Se trata de una chimenea gigante de 61 metros de altura que funciona como un enorme purificador del aire.Los responsables del proyecto se enorgullecen por la eficacia de un complejo que reduce en un 19% la incidencia de las nocivas partículas contaminantes PM2,5 y las emisiones de ozono. Lo hacen hasta el punto de haberlo logrado en un tiempo récord. Algo similar ocurre con la nueva generación de plantas incineradoras de basura en China. Son remedios acelerados, pero de eficiencia dudosa.Con la contaminación no hay atajos
