Autor | M. Martínez Euklidiadas
Puede que, hace unos años, se viese todavía al drone como un interesante y sofisticado juguete tecnológico; una de esas muestras de tecnología moderna con potencial a futuro pero que se quedaban todavía en una curiosidad. Nada está más lejos de la realidad hoy en día, cuando la tecnología drone se ha integrado de un modo especialmente potente en la carrera por la innovación. Los drones están ya mejorando la vida de la ciudadanía en muchos lugares del mundo, tanto en áreas rurales como en las ciudades, y a los beneficios que ya conocemos se podrían sumar numerosas ventajas futuras todavía por definir y desarrollar.
Al fin y al cabo, los usos de los drones van más allá de tomar fotografías espectaculares o hacer uso comercial de estos dispositivos. Su potencial alcanza casi hasta donde llega la imaginación de las mentes creativas que trabajan con ellos.
De hecho, esta tecnología es ya una de las herramientas más solventes en el área de la salud pública global. Los ejemplos llegan desde múltiples geografías, en las que se emplea un drone para reducir barreras de acceso o simplificar los procesos. Como apunta un reportaje de la BBC, los drones consiguen “mantenernos sanos”.
Lo hacen en la lucha contra la malaria, una enfermedad endémica todavía en muchos países. Fumigar las zonas en las que proliferan los mosquitos puede ser demasiado complicado —o demasiado caro—, por lo que contar con la tecnología moderna para bajar costes y tiempos y ganar eficiencia supone un valor añadido. Los drones cubren esa necesidad. Sumando la inteligencia artificial, el potencial de los drones en el control de enfermedades se dispara. En las ciudades, permiten hacer seguimiento al estado de salud de grandes masas de población de una manera poco invasiva y en tiempo real.
Aplicaciones innovadoras de los drones
No se puede responder de un modo simple a la pregunta de para qué se usan los drones, porque sus aplicaciones son tan variadas como las necesidades que la población global necesita cubrir. La salud es una de las más valiosas, pero está lejos de ser la única. Entre las aplicaciones de estos vehículos no tripulados se encuentra la búsqueda de impuestos, el envío de material médico o la investigación. Nueve formas innovadoras en las que ya se usan drones.
Envío de objetos vía dron
Enviar objetos por el aire (avión incluido) supone tal coste energético que, de momento, el envío de objetos vía dron se centra en el envío de material crítico a zonas muy concretas. Por ejemplo, se ha probado el envío de equipamiento médico urgente en Israel, y hace tiempo que se usan drones para el envío de vacunas e incluso medir constantes vitales.
UAVs para mejorar la investigación científica
La tecnología de los drones hace tiempo que se usa en multitud de campos científicos, abaratando notablemente algunas líneas de investigación. Entre sus aplicaciones se encuentran la toma de muestras de agua para su análisis, drones con cámaras termográficas para medir el retroceso de glaciares o su uso para monitorizar la biodiversidad. Incluso ha guías específicas sobre este tema.
Limpieza de cristales con drones
Un pequeño ejército de drones es capaz de limpiar la fachada de los edificios, cristales incluidos. Su ventaja principal es evitar riesgos al operario de una góndola de limpieza, que observa la fachada desde el suelo. La regulación de su vuelo es sin duda compleja.
Drones en busca de impuestos
Como parte de su lucha contra el fraude fiscal, el Gobierno de España desplegó en 2016 una flota de drones cuyo objetivo era detectar discrepancias entre la superficie construida y la declarada. Muchos habían ampliado sus chalets y terrazas, e incluyeron piscinas, pensando que nadie se daría cuenta. Se descubrieron 1,69 millones de infracciones, y pudieron recaudarse 1254 millones de euros defraudados.
Una vaca, dos vacas, tres vacas: contando ganado
Vuelan, tienen cámara y existen programas para contar objetos. Los drones son perfectos para monitorizar el ganado y hacer de vaqueros en lugares poco accesibles.
Espantar aves en aeropuertos
Para evitar bandadas de aves en la pista de los aeropuertos, donde además de correr peligro pueden causar daños a las aeronaves y poner en peligro a los pasajeros, se están usando drones. En Southampton, Inglaterra, empezaron hace años con drones con forma de halcones. Recientemente se ha diseñado un algoritmo para optimizar estos vuelos.
Drones en rescate de personas
Debido a su veloz despliegue y versatilidad al incorporar todo tipo de sensores, los drones son elementos de respuesta rápida ante desastres naturales como inundaciones. Estas máquinas pueden ser manejadas en remoto o ser programadas para la búsqueda y rescate de supervivientes, la valoración de daños, la detección de material peligroso, etc.
Polinizar campos
Existen drones que ayudan a polinizar flores. Su inteligencia artificial y guiado por cámara los hace ideales para el trabajo. Obviamente, esto no resuelve el problema del declive de los insectos, pero puede evitar que perdamos biodiversidad mientras limpiamos el aire.
El futuro de la tecnología drone
La presencia de los drones irá en aumento en los próximos años, porque sus potenciales usos están cada vez más presentes tanto para las empresas como para los organismos públicos. Un reciente análisis de MIT Technology Review perfila varias áreas en las que la tecnología drone adquirirá más protagonismo en el futuro inmediato, como la seguridad pública o las entregas a domicilio. Los cambios normativos en algunos países podrían simplificar la reglamentación del espacio aéreo y dar más margen de maniobra a los drones.
En paralelo, las medidas de descarbonización de la economía y la apuesta por una movilidad verde podrían impactar de forma positiva en el uso de drones. Como apunta una proyección de Deloitte, los drones podrían ser un elemento “crucial” para cumplir con los objetivos del Green Deal europeo.
Igualmente, los drones podrían ayudar a reducir brechas o a afianzar habitantes en áreas con problemas de despoblación. En España, existe un programa formativo destinado a mujeres rurales que las prepara como pilotas de drones, lo que les abre a ellas puertas laborales y cubre en sus comarcas una necesidad. Los drones son cada vez más importantes en la gestión agrícola y ganadera, pero las explotaciones agrícolas no son capaces de competir en el mercado de trabajo a la hora de fichar personas expertas que los piloten. Es un pool de talento reducido y otros interesados logran llevarse al grueso.
Eso sí, la emergencia del drone no está exenta de puntos grises. El uso del espacio aéreo es uno de los terrenos que más ha preocupado desde un primer momento, pero también se deben tener en cuenta el impacto que podría tener en la privacidad de las personas o las ramificaciones en seguridad.
Imágenes | Goh Rhy Yan, Josh Ogden, Ian Baldwin