Autor | Patricia M. LicerasLa Unión Europea ha creado el primer libro de reglas de financiación verde. El Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE han llegado a un acuerdo sobre los primeros criterios europeos para identificar qué inversiones pueden ser consideradas como verdes y combatir así el llamado greenwashing o blanqueo ecológico, es decir, que se anuncien como sostenibles productos financieros que en realidad no lo son.El objetivo de esta taxonomía o sistema de etiquetado verde es instar a bancos, gestores financieros y aseguradoras a que los productos financieros que manejen cumplan con unos requisitos de sostenibilidad ambiental y transición ecológica para poder acceder a las ayudas e inversiones del Green Deal.Este Pacto Verde es la iniciativa estrella de la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que, además de perseguir que el Viejo Continente sea el primero “climáticamente neutro” a mediados del presente siglo, quiere endurecer los objetivos de reducción de emisiones de carbono para 2030.“Europa tiene ahora un lenguaje único para ecologizar los mercados financieros. Es un paso adelante muy importante hacia el Green Deal”, ha asegurado Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara.En concreto, la taxonomía verde establece seis objetivos medioambientales que deben ser considerados para determinar si una actividad económica es sostenible y recibir financiación de la UE. Son la mitigación y la adaptación al cambio climático; el uso sostenible y la protección de los recursos hídricos y marinos; la transición hacia una economía circular; la prevención y el control de la contaminación; y la protección y recuperación de la biodiversidad. Así, para que una actividad sea etiquetada como sostenible debe contribuir “sustancialmente”, al menos, a uno de los anteriores objetivos y no causar perjuicio a ninguno de ellos.
La producción de energía nuclear, actividad de “transición”
