Autor | Esther FuldauerLa tecnología evoluciona a la velocidad de la luz, evidenciando los cambios que suceden en cada industria. Compañías de todo el globo se encuentran explorando disciplinas como la robótica, la automatización, el aprendizaje informatizado y la inteligencia artificial para reconcebir la forma en la que desarrollan sus actividades. Un gran número de oficios se beneficiarán de estas nuevas herramientas y se harán necesarias nuevas habilidades, pero al mismo tiempo desaparecerán muchos puestos de trabajo. Los cambios que están teniendo lugar en el mercado laboral no tienen precedentes, y el futuro del empleo es incierto.El término "Cuarta Revolución Industrial" fue acuñado por el fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwav, en un artículo de Foreign Affairs publicado en 2015. Como las tres anteriores, los cambios acelerarán la velocidad de producción, pero también supondrán desafíos para el público. Otras revoluciones industriales no se parecen en nada a esta, que no tiene precedentes en términos de velocidad o amplitud de cambio. ¿Puede adaptarse la gente a la velocidad evolutiva de la tecnología?En el pasado, para realizar una labor a mayor velocidad se aportaba fuerza humana o mecánica. Si era un trabajo rutinario, un cierto grado de automatización podía eliminar algunas tareas repetitivas. Pero esta vez va a ser algo muy distinto, puesto que máquinas con funciones cognitivas pueden sustituir a humanos en empleos que hasta ahora solo podían ser llevados a cabo por personas.La pregunta que surge a continuación es si la gente será capaz de trabajar y ganar un salario suficiente para sobrevivir. Los primeros empleos que desaparecerán serán aquellos que llevamos a cabo como máquinas. También aparecerán otros nuevos. El argumento más optimista dice que la creciente demanda de nuevos roles contrarrestará la pérdida de algunos trabajos tradicionales. Sin embargo, incluso si la aportación de nuevos empleos resulta significativa, un gran número de trabajadores sufrirá y necesitará mejorar sus habilidades o incluso cambiar de carrera.Al mismo tiempo, las compañías tendrán que encontrar personas con nuevas habilidades y gran capacidad de aprendizaje. El McKinsey Global Institute predice que un tercio de la fuerza laboral estadounidense deberá cambiar de empleo para el año 2030.
El incentivo fiscal para crear nuevas estrategias
Durante los últimos años se ha producido un gran estancamiento de ingresos a nivel personal y familiar. Dado que los avances en IA y robótica tienen a reducir el empleo rápidamente, también parece inevitable que se producirá una grave erosión de la recaudación fiscal derivados de los trabajadores.