Autor | M. Martínez Euklidiadas
El hormigón es uno de los materiales más usados en construcción y, pese a sus ventajas como permitir varias alturas y el ahorro emisiones por densidad, lo cierto es que su impacto neto es elevado. Se le estima el 8% de las emisiones de efecto invernadero. Es evidente que necesitamos un hormigón bajo en carbono. ¿Cuáles son las opciones y alternativas, sus ventajas y desventajas?
¿Qué es el hormigón bajo en carbono?
El hormigón bajo en carbono es aquel que emite poco CO₂ a la atmósfera, existiendo algunos tipos de hormigón que llegan a ser neutros e incluso negativos en carbono. Hay varias formas de conseguir este tipo de hormigón.
Inyección de CO₂ en la mezcla
Inyectar el CO₂ gaseoso extraído de crear el cemento dentro del hormigón durante el proceso de mezcla.
● Ventaja: se estiman reducciones en fabricación del 5 %.
● Desventaja: el hormigón se satura y no absorbe tanto CO₂ durante su envejecimiento.
Ejemplo: CarbonCure
Agregado derivado del secuestro de CO₂
Usar un agregado en la mezcla que provenga del secuestro de carbono en una chimenea de escape de las plantas de energía térmica.
● Ventaja: es altamente eficiente y requiere poca energía.
● Desventaja: legitima este tipo de centrales eléctricas.
Ejemplo: Blue Planet.
Escoria más activación por carbonatación
Algunas mezclas prescinden de cemento en el hormigón al usar escoria (sustancia vítrea proveniente de los metales que se funden) molida. Luego se inyecta gran cantidad de CO₂ en la mezcla.
● Ventajas: reutilizan un subproducto industrial y es técnicamente carbono negativo.
● Desventaja: es terriblemente caro y solo puede usarse en plantas de hormigón prefabricado.
Ejemplo: CarbiCrete.
‘Hormigón’ a baja temperatura
Existen algunos procesos de hormigón (de menor calidad) a menor temperatura.
● Ventajas: cura muy rápido y reduce el CO₂ en hasta un 70 %.
● Desventaja: aguanta mucha menos carga y se usa en aplicaciones que ya tienen alternativa con otros productos, como ladrillos.
Ejemplo: Solidia.
Usar geopolímeros en lugar de cemento Portland
Muy usados en los años 50 en la Unión Soviética, los geopolímeros (un material) son interesantes como alternativa al cemento Portland.
● Ventaja: altísima durabilidad.
● Desventaja: es excepcionalmente caro.
Ejemplo: Geopolymertech.
En su informe Transición hacia una industria cementera baja en carbono la Agencia Internacional de la Energía propone alternativas como el sulfoaluminato cálcico de belita, la carbonatación de silicatos cálcicos o silicatos de calcio prehidratados, demasiado técnicos para abordarlos aquí.
El futuro del hormigón
Fabricar una tonelada de cemento Portland emite una tonelada de CO₂ a la atmósfera. Por ello, el hormigón es la principal fuente de carbono incorporado en los edificios. Es imperativo hacer algunos cambios:
● Reducir la dependencia del hormigón del cemento Portland mediante mezclas alternativas. Si puede ser, derivadas de residuos de procesos a su vez bajos en carbono.
● Maximizar la vida útil de aquello construido con hormigón, así como poner especial cuidado en qué tipo de infraestructura desplegar con él.
● Establecer primas verdes para procesos más costosos pero más limpios, como ya se hizo con la generación de energía fotovoltaica, antes prohibitiva y ahora la más barata.
Como dice Vaclav Smil, uno de los mayores expertos en energía, uso e impacto, la humanidad no puede prescindir del hormigón. Aporta demasiadas ventajas. Pese a su impacto neto, ahorra emisiones al evitar la dispersión y maximizar la durabilidad. Pero se necesitan alternativas.
Imágenes | Marcus Lenk, Andrey Perevoznik