Autor | Jaime RamosLa natalidad es uno de los temas centrales de la actualidad. Esto es así por sus bajos niveles en los países de Occidente, como por el aumento exponencial de población que viene experimentado el resto de planeta. Esto afecta de forma especial a las ciudades, que contienen el 54% de la población mundial, con estimaciones de crecimiento por encima del 66% para 2050.
Maternidad igualitaria
Estas situaciones genera fuertes divergencias sociales que se viven incluso antes de que un bebé nazca. Es un reto al que las ciudades inteligentes también se enfrentan, y no es otro que el de procurar unas condiciones más justas en lo que a la maternidad y paternidad se refiere.Un urbanismo comprometido con la familia como núcleo original de la sociedad comienza con la igualdad de acceso a la sanidad. Se trata de un desafío portentoso en países con grandes masas de población y con elevadas tasas de natalidad. En el otro extremo, el de los puntos del globo donde la natalidad desciende y la población envejece, las ciudades inteligentes desarrollan fórmulas para integrar en sus estructuras a las familias que cuentan con un nuevo miembro y fomentar que esto se produzca.
Combatiendo la tasa de mortalidad infantil
Un ejemplo singularmente paradójico lo encontramos en Estados Unidos. La potencia norteamericana tiene una tasa de mortalidad infantil impropia. Por cada 1.000 nacimientos, se producen allí 5,8 muertes. Este problema de salud pública tiene en parte su origen en algunas de las brechas sociales que se viven en ese país.De forma más granular, las defunciones de bebés negros son hasta 2,4 veces superiores a las de bebés blancos. En ese sentido, la ciudad de Columbus, en Ohio, ensayará este año un programa piloto de atención para 500 mujeres embarazadas que busca atajar el problema de la tasa de mortalidad en los primeros momentos de vida.Dirigido a las áreas más favorecidas, el proyecto conectará y monitorizará a las embarazadas proporcionándoles transporte para asistencia sanitaria y otros servicios esenciales como compra de productos alimenticios o farmacia.
Mejorando la lactancia y la alimentación complementaria
En esa misma línea se mueve el proyecto Alive and Thrive, que busca extender los beneficios de la lactancia materna a nivel global. Impulsado por la Fundación Bill & Melinda Gates, junto a los gobierno de Canadá e Irlanda, entiende que la lactancia es una inversión, no solo para la salud de los bebés, sino para toda la sociedad.Según señalan, cada dólar invertido reporta de vuelta a la sociedad hasta 35, gracias a la mejora de las condiciones de vida de los pequeños y los beneficios en cuanto a desarrollo cognitivo. En esa línea, las ciudades inteligentes cuentan con recursos para integrar la lactancia como un fenómeno social beneficioso.En los últimos tiempos han proliferado soluciones para ayudar a las madres a comenzar a dar el pecho o evitar destetes prematuros. Tal es el caso de Momsense. Se trata de un sistema de sensores para analizar el modo en que los bebés toman el pecho.En los países más desarrollados, los retos que presenta la paternidad, maternidad y la lactancia tienen mucho que ver con las condiciones laborales. Para una madre trabajadora, es realmente complicado conciliar su labor profesional con la lactancia. En este sentido las ciudades inteligentes aportan soluciones como el teletrabajo y la flexibilización de horarios.No podemos obviar los grandes beneficios sociales y económicos que representa superar estos escollos actuales, como tampoco el hecho de que armonizar la natalidad y la atención de los progenitores puede suponer problemas importantes independientemente de la riqueza de las ciudades.Imágenes | iStock/petrenkod, iStock/SHansche, iStock/tatyana_tomsickova e iStock/lolostock